¿Qué hago con todo esto?

Para mi está siendo clave aceptar que es lo que hay… Que me puedo pelear lo que quiera, pero que el vuelo que tenía para irme de vacaciones está cancelado, que no puedo salir del municipio y que a mi gente, de momento, la veo on line (al menos así, puedo ver toda su cara, que en persona y con mascarilla la comunicación no es tan fácil).

Volver a conectarme con el agradecimiento. Tengo salud y mi gente también. Vivo en un espacio digno y en condiciones dignas. Tratar de disfrutar de la seguridad que me da estar en casa, más o menos protegida.

Respirar. Respirar. Reflexionar, Resignificar

Aprovechar para descansar un poco más, para conocerme mejor, para leer, pintar, escuchar música.

Resignificar los contactos con la gente que amo, aunque sea a través de la pantalla, o un momentito en un «encuentro casual en el deporte-paseo». Gracias Tik Tok por los grandes momentos que nos has dado.

Respirar y respirarme. Reflexionar sobre lo que este tiempo me está trayendo; sobre los aprendizajes que voy realizando. Tratar de entregarme a la vida como soy.

Surfear la montaña rusa emocional y tratar de estar en el presente todo lo que sea posible. No me queda de otra, la única certeza es la incertidumbre. La falsa idea de control en la que vivía se ha desvanecido por completo, no tengo ni idea de cómo va a ser la vida a partir de ahora.

Así que está tocando hacerse amiga de la angustia, de la tristeza, del miedo, del enfado por la pérdida, por la incertidumbre, por el recorte de libertades, por los sueños frustrados…

Y resignificar, que está empezando a ser de mis palabras favoritas. Bucear por lo que nos está trayendo esta situación surrealista e inesperada. Aprender de mi misma, y de mis amigas y leer y escuchar a mi cuerpo, que es muy sabio.

Y menos mal que ya viví el confinamiento previo de 6 meses de baja por ansiedad, que tuve que aprender a estar en casa, a no hacer, a estar sola. Gracias ansiedad, por venir a enseñarme a llevar este confinamiento mejor.

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